martes, 20 de mayo de 2014

RENOVANDO MI MENTE

Renovar la mente, es, siguiendo el mismo significado de la palabra “renovar”, hacerla de nuevo.  Algo así como lo que hace el alfarero cuando ve su vasija que tiene en la mesa de trabajo, pero no le gusta.  Entonces, usando la misma masa arcillosa, vuelve a darle forma hasta que se ajuste al diseño que anhela.  La mente tiene esa misma flexibilidad, por lo que podemos darle forma de nuevo.  Te comparto cinco cosas que hacer por mínimo ocho días para empezar esa vital renovación.



1. Resístase.
Debes oponerte agresivamente, firmemente y determinantemente a los pensamientos negativos, a los pensamientos que te han llevado a justificarte por tus acciones erróneas, y los pensamientos de auto-conmiseración.  Cualquier tipo de pensamiento que afirme tu vida actual que sabes no es la mejor que puedas tener, no debe seguir influenciándote.  Recuerda que tu escoges qué pensar.  Resiste lo que no contribuye a desarrollar la vida que Dios planeó para ti.
2. Convoque.
Deliberadamente traiga a su mente pensamientos de confianza, esperanzadores.  Por ejemplo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.  Este otro: “El bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida”.  Y uno más: “Para el que cree, todas las cosas son posibles”.  Traer todos los pensamientos que estimulen la confianza, la motivación, la fe, la esperanza, el perdón, la paz, la bondad, la generosidad, y el amor.  Esto, practicado durante ocho días te renovará y preparará para relacionarte mejor con Dios, y tener éxito en todo lo que emprendas.
3. Reoriente.
Generalmente  tenemos la tendencia a alejarnos del optimismo para acercarnos al pesimismo.  Debemos esforzarnos por orientarnos hacia el optimismo, sin importar cualquiera que sea la situación.  Debemos convertirnos en pensadores de posibilidades.  Y en lugar de ver todas las razones de por qué no hacer las cosas, animarnos a pensar en todas las maneras posibles en que podríamos llegar a las soluciones.  Este paso realmente se llama “arrepentirse”, que en griego literalmente significa “cambiar de mente”.
4. Elimine.
Por lo menos debes eliminar diez cosas que te pudieron influenciar a pensar de forma equivocada, y por eso la vida que has tenido.  Desecha: 1). TV perniciosa.  2). Radio insana.  3). Lectura no edificante.  4). Amigos malos.  5). Conferencias huecas, humanistas y materialistas.  6). Clases huecas, humanistas y materialistas.  7). Conversaciones pervertidas.  8). Tradiciones culturales (Ej. “Los hombres no lloran”).  9). Tradiciones religiosas (Ejm. “Si lees la Biblia te vuelves loco”).  Y 10). Tradiciones familiares (Ej. “Tener sexo te vuelve hombre”).
5. Evalúe.
Al final de cada día sea honesto reconociendo su avance.  No se trata de condenarse.  Debes darte la oportunidad de cambiar.  No se logra de un día para otro, pero sí día tras día.  Por eso trata de hacerlo por lo menos estos siguientes ocho días.  Este es como el impulso inicial, luego se volverá parte de tu vida: Cuidar tu forma de pensar.  Dale gracias a Dios al terminar el día, y que Él te de la fuerza para el siguiente.